Un día estarás junto a mí y yo estaré para ti.
Amaré tus ojos, porque cuando me enamoro siempre encuentro cierta fascinación por los ojos, su brillo, su sencillez, su hermosura.
Me encantará tu voz, sin duda alguna, porque cuando me enamoro siempre encuentro consuelo y comprensión en la voz, sanarás mis desdichas y alegrarás mis días.
Tu fisonomía. Ni la más prestigiosa modelo se te comparará, ni con sus toneladas de maquillaje ni con sus complejas simetrías de cuerpo perfecto. Siempre me han gustado los detalles en la perfección, lo simple en lo complejo. Siempre me gustaras tú.
Yo te conozco y tú me conoces, porque nos hemos estado esperando, hemos sufrido nuestra ausencia y compartiremos la dicha de encontrarnos.
Y hoy es mi día, y tu día, porque estamos de suerte.
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